En este post de hoy vamos a tratar el tema de la Calificación Energética, para ayudar a entender en que consiste y cual es la finalidad de su obtención para promotores y propietarios de edificios y viviendas.
En primer lugar, la finalidad de esta calificación es la de proporcionar a los compradores y usuarios de inmuebles de un informe donde se especifique las características energéticas de los edificios que permita valorar las prestaciones del inmueble, y a su vez, compararlas con las de otros inmuebles de similares características.
Dicha calificación vendrá certificada por un Técnico Certificador –Arquitecto o Ingeniero, en sus grados superior, técnico o graduado– debidamente habilitados y acreditados para el normal ejercicio de su profesión, mediante un informe donde constará la Etiqueta Energética del inmueble.
Evidentemente, dicha etiqueta está normalizada mediante un código de letras que van desde la ‘A’, en el caso de los edificios más eficientes, hasta la ‘G’, para edificios menos eficientes. A su vez, se establece también un código de colores, similar al caso de los electrodomésticos, que nos indican el nivel de ahorro económico para el usuario en función de la Calificación Energética alcanzada para dicho inmueble. Además, según establece el Decreto 47/2007, dicha etiqueta deberá incorporar como mínimo la siguiente información del inmueble a considerar:
La zona climática donde se ubica el edificio, de acuerdo con la sección HE1 del Código Técnico de la Edificación, además de la localidad donde se emplaza y el uso al que se destina el inmueble.
La referencia del nivel de consumo de energía primaria estimado del edificio, expresado en kWh/año, y de emisiones de dióxido de carbono, expresado en función de los kgCO2/año, así como de los ratios por m² de superficie considerados en el cálculo.
En el caso de utilizar la opción general de cálculo, la etiqueta deberá incluir el texto siguiente: “El consumo de energía y sus emisiones de dióxido de carbono es el obtenido por el programa ________ (programa informático de Referencia o Alternativo que corresponda y que esté homologado por el Ministerio de Industria para tal fin) para unas condiciones normales de funcionamiento y ocupación del edificio”. A continuación deberá incluir el siguiente texto: “El consumo real de energía del edificio y sus emisiones de dióxido de carbono dependerán del comportamiento del edificio y de las condiciones climáticas entre otros factores”.
Por el contrario, en caso de utilizar la opción simplificada, el texto a incluir en la etiqueta, según especifica la norma, será el siguiente: “El consumo…”. Se deberá reflejar a continuación si se refiere a la calificación de eficiencia energética del proyecto o del edificio terminado, y por último, incluir la fecha de validez de la etiqueta.
En cuanto al código de colores de la etiqueta energética, se establecen como modelo de color sustractivo el modelo CMYK –acrónimo de Cyan, Magenta, Yellow y Key– para obtener la gama de colores para cada Calificación Energética: A, B, C, D, E, F y G. Según la tabla I y la tabla II de la norma de la imagen se establece la tabula la calificación de eficiencia energética de edificios destinados a viviendas y la calificación de eficiencia energética de edificios destinados a otros usos. Como podemos observar en las tablas adjuntas, en el caso de edificios destinados a vivienda, los índices de calificación de eficiencia energética van de 0,15 para la Categoría A en los edificios más eficientes, a un índice entre 1,75 y 1,50 para la Categoría G en los edificios menos eficientes.
Evidentemente, la obtención de una determinada categoría siempre lleva aparejada la posibilidad de mejorar la calificación, adoptando las medidas correctoras establecidas por el Técnico Certificador en el informe del Certificado de Eficiencia Energética. Este aspecto es importante para el vendedor y/o arrendador del inmueble, ya que el valor de mercado del inmueble será a partir de ahora directamente proporcional a la mayor o menor Calificación Energética obtenida en el Certificado Energético. De forma que un inmueble con mayor Calificación Energética, además de diferenciarse del resto de inmuebles para su venta o alquiler, obtendrá un mayor valor de mercado con respecto a otros inmuebles con características similares pero de menor calificación.
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